Según un informe del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas en torno al 8% de la población de nuestro país utiliza lentes de contacto, cifra que aumenta cada año y que viene a demostrar que su uso se extiende rápidamente.
En un interesante artículo del Instituto de Microcirujía Ocular podemos leer las siguientes declaraciones de Mireia Campos, óptica optometrista del IMO:
«Aunque en la mayoría de ocasiones se utilizan para corregir defectos refractivos, del mismo modo que lo haría una gafa, las lentes de contacto también son indicadas para disminuir aberraciones o ‘imperfecciones’ oculares, así como para reducir el dolor o la incomodidad después de un traumatismo o de algunas cirugías».
Mireia habla de las lentes terapeúticas, cuyo uso se extiende a la noche y que sirven de protección al ojo.
Dentro de las lentes de contacto hay una amplia variedad: blandas (las más comunes), semirrígidas, híbridas y esclerales. Cada uno de estos tipos de lentillas se usan según las circunstancias del usuario. Esto permite que puedan ser usadas en una amplia variedad de situaciones.
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