Las lentillas blandas pueden ser desechables (de uso diario o mensual), reutilizables o de uso prolongado. Cuanto más efímero es el uso, más simple es su cuidado y existen también menos riesgos de alergias. Sin embargo, las lentillas de un día y las reutilizables, no permiten corregir todos los problemas visuales (a diferencia de las de uso prolongado).
Cuidado: estas lentillas son, en general, más confortables que las rígidas y consumen mucha más agua, por eso no son aconsejables para personas con ojos muy secos.