Nuestro oído filtra gran parte del ruido ambiental que tenemos cada día a nuestro alrededor. No oímos sonidos constantes como por ejemplo el ruido de una nevera o el ligero zumbido de algún otro electrodoméstico. Esto no quiere decir que no estén ahí afectando a nuestra salud auditiva.
Estos sonidos que filtramos, pero con los que convivimos, si son elevados pueden tener efectos en nosotros:
- Producir alteraciones en el sueño.
- Aumentar la sensación de estrés y de fatiga.
- Incapacidad para concentrarnos.
- Sensación de vértigo.
- Causar dolor de cabeza y sensaciones desagradables como zumbidos o acúfenos.
Para informarte más sobre que son los acúfenos, recomendamos nuestro artículo «Acúfenos«.
La solución para reducir ese ruido ambiental es revisar y reparar el origen del mismo. Sin emabargo hay otros ruidos elevados que afectan en mayor medida y que debemos evitar.
¿Qué hacer si tienes problemas por exceso de ruido?
En ocasiones vivimos con un exceso de ruido que podemos evitar fácilmente. Por ejemplo podemos regular el sonido de la música, así como de la televisión, radio o cualquier dispositivo electrónico que usemos a un nivel en el cual podamos oírlo, pero sin que nos afecte negativamente.
Intentar pasar tiempo en ambientes tranquilos, así como evitar zonas con grandes cantidades de ruido como núcleos urbanos muy populosos, zonas de tráfico intenso o conciertos, podría ser una gran idea y tu cuerpo te lo agradecerá.
Pide cita en nuestro centro auditivo y ven a visitarnos. Conoce cuál es tu salud auditiva.