La contaminación acústica es un hecho con el que vivimos. Obras, tráfico, conciertos, aviones y muchas otras actividades producen altos niveles de ruido. Todo esto afecta a nuestro sistema auditivo y más aún a los niños. En la revista Audioprotesistas podemos leer al respecto lo siguiente:
«En las grandes ciudades la población se encuentra sometida a fuertes fuentes de contaminación acústica que pueden repercutir de manera significativa a su salud auditiva como el tráfico, responsable del 85 por ciento de las emisiones acústicas y que puede alcanzar los 80 decibelios frente a los 65 recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).»
Este incremento de la cantidad recomendada tiene consecuencias en nuestra salud auditiva pero la revista se centra especialmente en la población infantil:
«La población infantil se sitúa como el colectivo más vulnerable frente a la contaminación acústica, ya que presentan un oído muy sensible y en desarrollo. […] Asimismo, se ven muy afectados por su entorno, debido a que están sometidos a elevados niveles de ruido en casa o incluso en el colegio, lo que puede interferir en el proceso de aprendizaje y desarrollo cognitivo propiciando la aparición de fatiga y una disminución del rendimiento académico y la concentración.»
Este artículo habla sobre «recordar la importancia de desarrollar e implementar medidas más elaboradas en la lucha contra la contaminación acústica, que se sitúa como la principal causa de la mayoría de los trastornos auditivos».
Si has notado algún problema auditivo te recomendamos que pidas cita en nuestro centro audiológico.