En nuestras vidas diarias tenemos gran cantidad de sonidos a nuestro alrededor. Muchos de ellos ni siquiera los escuchamos, pues estamos acostumbrados a ellos. Pero están ahí. Para nosotros, estos ruidos pueden conllevar dolores de cabeza o malestar ocasional, pero para un niño las consecuencias pueden ser más importantes.
El sistema auditivo de un niño se desarrolla por completo a los 2 años. Sin embargo, tanto en niños como en adolescentes, el hecho de que esté completamente desarrollado no quiere decir que no sea más frágil y vulnerable que los de un adulto.
Por ello, en Yanguas Ópticos os recomendamos cuidar la salud auditiva de vuestros hijos con acciones como:
- Evitar exponerlos a ruidos con decibelios altos durante un periodo tiempo extenso, por ejemplo comprobando el volumen de sus auriculares para que sea adecuado.
- Utilizar tapones de silicona o cera al entrar en contacto con el agua de la playa o piscina.
- Evitar humedad en los oídos tras salir de la piscina, playa e incluso de la ducha.
- No estar cerca de corrientes de aire frío como las de un aire acondicionado.
- Evitar zambullirse desde una gran altura en lagos, playas, piscinas, etc. El fuerte impacto del agua en los oídos puede ocasionar problemas.
Todas estas recomendaciones pueden aplicarse también a adultos.
Por último os recomendamos siempre revisar vuestro sistema auditivo y pedir cita en tu centro auditivo en caso de mostrar síntomas de posible pérdida auditiva o malestar.